Terroristas de la Miseria

Se oponen al cultivo de soja, –“casualmente” al primer rubro de exportación de Argentina-; atacan con saña a la minería, –“casualmente” cuando comenzamos a ser un país minero-; se oponen a las construcciones de aeropuertos, rutas, puentes, líneas de alta tensión, gasoductos, –cuando el país necesita grandes obras de infraestructura para sostener el desarrollo-; se oponen con ferocidad a las obras hidroeléctricas y nucleares, –cuando necesitamos urgentemente reemplazar el consumo irracional de petróleo y gas que hoy no tenemos-; se oponen mediante burdas mentiras al desarrollo patagónico, –cuando necesitamos desarrollar y poblar esas vastedades, ante la amenaza concreta que se proyecta sobre nuestra integridad territorial-.

Promueven la miseria y el subdesarrollo crónico, bajo el pretexto burdo de un conservacionismo a ultranza, que si lo aplicáramos nos retrotraería a las épocas de las cavernas.

Exaltan “la vuelta a lo natural”, pero no les hace asco usar todos los “contaminantes” bienes de la vida moderna –celulares, computadoras, energía eléctrica a discreción, medicinas químicas, costosos automóviles, motos de grandes cilindradas, e incluso a la medicina nuclear si hiciera falta-.

Dicen “proteger a la gente” y “a la vida”, pero son terroristas de guerras mediáticas –guerras al fin- en las que son simples peones de las potencias globalizadoras, de las que reciben “letra”, y “partitura”, y seguramente generosos subsidios y otros apoyos; mientras practican la cultura de la muerte por silenciosos genocidios masivos por miseria, hambre y desesperanza.

Dicen ser dialoguistas y “democráticos”, pero practican las más abyectas expresiones del patoterismo liso y llano, incitando a la violencia mediante puebladas desenfrenadas, operaciones de ataques a bienes y personas mediante agitadores provenientes de otros puntos del país, o hacen agresivas manifestaciones en las que priva la fuerza bruta y la grosería, cuando no ejercen todo tipo de presiones sobre legisladores y gobernantes, para imponer al como sea sus propuestas intolerantes y excluyentes de toda posibilidad de disidencia civilizada.

Dicen hablar en nombre de la verdad, pero mienten y distorsionan groseramente, y su “dialoguismo” se transmuta en agresividad no bien se ponen en evidencia las falsedades de sus “ideas correctas” (vulgares dogmas pseudos religiosos) carentes de todo sustento científico, y muchas veces sin ningún sentido común.

Usan a “carilindos” y “carilindas” de la TV y los deportes, que se prestan por ignorancia o por  farandulismo puro, con los cuales convencen a “Doña Rosa” y a “Don Pepe”, e incluso a jóvenes universitarios a los que cooptan con profesores de discursos “progres” predicadores de igualdades y practicantes de aberrantes privilegios (aquello de “haz lo que digo pero no mires lo que hago”) y “trenzas” universitarias de todo tipo.

Varios de ellos son marxistas desencantados o huérfanos de causa, otros son “niños bien” con tiempo y plata para gastar, hasta se cuela algún hippie avejentado y anacrónico, o algún religioso incauto o con el ego desmesurado.

Dicen ser “ecologistas” pero en verdad están al servicio de los intereses petroleros, y “miran para otro lado” ante las sucesivas usinas movidas a petróleo o gas que se instalan, ante las demoras que ellos ocasionan –con sus prédicas corrosivas y sus accionares siempre negativos- entorpeciendo las construcciones de las muy necesarias nuevas usinas hidroeléctricas y nucleares.

Inventan falsos “males de las represas” –mentiras con las que practican el terrorismo mediático-, pero no mueven un dedo para combatir las enfermedades que trae consigo la miseria profunda y estructural…y tampoco se preocupan por los terribles efectos de los agroquímicos.

¡Son los militantes ultras del fundamentalismo ecológico, los mismos que juegan de dóciles peones de las transnacionales de la ecolatría, creadas por y manejadas desde los centros del mega poder financiero mundial, ese “capitalismo” que tanto dicen aborrecer!

Por: C.P.N. Carlos A. Ortiz
Investigador de temas económicos y geopolíticos
Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé

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