El Gobierno levantó la clausura a la refinería Shell de Dock Sud

Seis días después de cerrarla por graves daños ambientales y tras el compromiso de la empresa de llevar adelante un plan de inversiones de US$ 60 millones, el Gobierno decidió ayer levantar la clausura dispuesta a la refinería que la petrolera Shell tiene en Dock Sud.

El "levantamiento oficial" del cierre de la planta petrolera bonaerense se concretó ayer por la tarde, cuando el director de Control Ambiental Raúl Vigable acudió a las instalaciones para labrar el acta de reapertura. De inmediato la compañía Shell salió a comunicar que "dio inicio al restablecimiento de la operación de las unidades y que el proceso de total normalización de la planta demandará 96 horas".

El cierre de la refinería representó una nueva embestida del Gobierno contra la petrolera angloholandesa, con la cual mantiene una fuerte disputa desde principios de 2005 cuando la empresa dispuso un aumento de precios sin el aval de los funcionarios. Actualmente, los directivos de la empresa enfrentan en Tribunales una demanda oficial por "desabastecimiento" de gasoil.

En el mercado de los combustibles, la clausura de la refinería de Avellaneda disparó una suba de entre 1 y 6% en las naftas y gasoil de las otras marcas. Con una facturación anual de casi $ 5.200 millones, Shell controla a nivel nacional el 12,5% del expendio de gasoil y el 19% de naftas.

La cierre de la refinería -que se llevó adelante la cuestionada secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti-se fundamentó, entre otros argumentos, en que Shell no tenía permiso para extraer los 18,4 millones de litros de agua por hora que toma del Riachuelo y el Río de la Plata; en que no cuenta con habilitaciones y pruebas periódicas de casi 700 aparatos sometidos a presión; en la existencia de derrames que afectan el suelo y en la deficiente gestión de residuos peligrosos.

Pese a la gravedad de los cargos imputados a la petrolera, la propia Picolotti fue la que anticipó durante el fin de semana el fin de la clausura ante la presentación de la empresa de un programa de remediación ambiental.

El plan que petrolera elevó a la ACUMAR (Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo) comprende las siguientes inversiones: US$ 27,5 millones para cumplir las resoluciones sobre combustibles limpios; US$ 25,5 millones para mejorar el tratamiento de corrientes gaseosas y disminuir la emisiones de óxidos de azufre; US$ 4,2 millones en auditorías ambientales y técnicas de tanques aéreos y US$ 2,6 millones para el control y monitoreo ambiental.

Además, la empresa informó que obtuvo de la provincia de Buenos Aires "un certificado de captación de agua, que tiene carácter de transitorio hasta tanto se reglamenten los requisitos para obtener el permiso definitivo".

Antonio Rossi
anrossi@clarin.com

Clarín
Miércoles 12 de Septiembre de 2007

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