Biodiesel ….. Una cuestión de energía

Por Ing. José Tardini

El problema de la deuda externa Argentina se convertirá en una nimiedad, dentro de aproximadamente diez años, cuando se concrete el agotamiento de las reservas de hidrocarburos.

En pocos años Argentina podría afrontar una crisis energética cuya importancia económica y política sería superior al problema de la deuda externa.

En poco tiempo provocará una crisis de proporciones colosales, de la cual el país quedará en una situación de dependencia intolerable.

Imaginemos lo que significaría para la Argentina tener que comprar petróleo a precios internacionales de una riqueza que se agota a escala mundial. La hipoteca de la deuda externa sería una bagatela comparada con la carga energética.

En el territorio nacional sólo existen reservas comprobadas de petróleo de alrededor de 11 años y de 15 años para el gas. El petróleo y el gas son los dos insumos que cubren el 90% del consumo energético del país.

No se trata de que no haya más reservas, sino de que hay que buscarlas y la prospección es cara. Las compañías que actualmente extraen y comercializan hidrocarburos en Argentina lo hacen en base a reservas detectadas por YPF y limitan al máximo la exploración de nuevos yacimientos. Lo más probable que acontezca es que les convendrá anunciar que las reservas Argentinas se acabaron y no les queda más remedio que volver a casa….

Para el año 2030 las necesidades mundiales de energía superarán a las actuales en un 60%. Este incremento de las necesidades de energía generará importantes problemas:

•  El medio ambiente se contaminará aún más por las emisiones de dióxido de carbono, aumentando su influencia sobre el clima, si

seguimos usando en ésta manera los combustibles fósiles.

•  En lo económico se necesitarán inversiones de gran magnitud

Ante ésta dura situación Nacional y Mundial a nivel energético (al borde del abismo) es indispensable preveer ( y si no se pudiese) solucionar las crisis energéticas de acuerdo al interés nacional. Es por ello que debemos plantearnos la utilización de combustibles alternativos.

Las fuentes de energía no tradicional adquieren cada vez más protagonismo. Sin duda el biodiesel es una de las mejores alternativas que existen en éste momento.

Si bien muchos propugnan por el uso del Hidrógeno, es una forma de energía

aún muy cara para poder ponerla en práctica a la “calle”. Y otros métodos alternativos de producción de energía no en la actualidad no logran mover tractores y cosechadoras.

Por esto el Biodiesel se convierte en la forma más viable de continuar con la matriz de producción de bienes.

Es un combustible apto como sustituto parcial o total del gasoil en motores diesel, sin que resulten necesarias conversiones, ajustes o regulaciones especiales del motor, o cambios de tecnología.

Si bien, produce emisiones de CO2 (este gas que es el principal causante del efecto invernadero, del calentamiento global) al ser quemado en motores, turbinas y calderas: Este CO2 los vegetales lo toman de la atmósfera y a través de la fotosíntesis lo transforman para su propio crecimiento. Sacando el gas en circulación y emitiendo O2 al medio ambiente.

No contiene Azufre, principal causante de las lluvias ácidas, ni componentes aromáticos cancerígenos.

Diferente de lo que ocurre con los combustibles fósiles.

El Poder legislativo ya ha entendido parte del problema que estamos a punto de tener los Argentinos y han suscripto la media sanción de la ley de Biocombustibles, y en los próximos días han comprometido la sanción total de esta Ley. Falta ahora que se produzcan las inversiones necesarias para el “principio del cambio”…está en Nosotros no dejarlo pasar para la actualidad y nuestra posteridad.